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Para controlar y tratar el esófago de Barrett se puede usar una combinación de opciones, que incluyen el control de los síntomas y la terapia de ablación por radiofrecuencia.
El esófago de Barrett no tratado puede derivarse en adenocarcinoma de esófago, un tipo de cáncer de esófago, por lo que la detección temprana y el tratamiento son fundamentales. Si te han diagnosticado esófago de Barrett, pregunta al médico por las opciones de tratamiento disponibles.
Las opciones de tratamiento de la enfermedad por el esófago de Barrett varían según la progresión del crecimiento de células precancerosas (displasia) en el esófago. Habla con un gastroenterólogo (GI) sobre las opciones de tratamiento de la enfermedad.
Si estás en las fases tempranas del esófago de Barrett y no tienes factores de riesgo significativos de progreso, puede que el médico te recomiende citas periódicas para ir controlando la enfermedad. En estas citas, realizará una endoscopia y tomará muestras (biopsias) del tejido afectado. La frecuencia de los controles puede variar en función de la gravedad del esófago de Barrett y tus factores de riesgo.
La ablación por radiofrecuencia (RFA) utiliza calor para extirpar tejido precanceroso del esófago. Es menos probable que los pacientes con esófago de Barrett a los que se trata con ablación por radiofrecuencia desarrollen cáncer de esófago en comparación con los pacientes que se someten a controles.
Según el estadio del esófago de Barrett, el médico te recomendará probablemente controles o tratamientos de endoscopia como ablación por radiofrecuencia, coagulación con plasma de argón, crioterapia, resección mucosa endoscópica o disección submucosa endoscópica.
La información y los recursos de este sitio no se deben usar como reemplazo de la consulta con el médico. Habla siempre de la información del tratamiento y el diagnóstico, incluidos los riesgos, con el médico. Ten en cuenta que todos los tratamientos y los resultados obtenidos son específicos del paciente individual. Los resultados pueden variar.
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