Pruebas diagnósticas

Para determinar si una derivación es lo indicado para ti o para un familiar, tu neurocirujano puede recurrir a una variedad de pruebas diagnósticas posibles. También considerará cualquier otra patología que tengas.

Procedimientos diagnósticos

Existen varias pruebas diagnósticas que pueden ayudar a diagnosticar la hidrocefalia. Estos mismos estudios también pueden ayudar a evaluar la derivación en caso de que se produzca una disfunción o una infección.

Tomografía computarizada

La tomografía computarizada (TC) utiliza haces diminutos de rayos X para perfilar el cráneo, el cerebro y los ventrículos. Además de visualizar el tamaño y la forma de los ventrículos, se pueden ver anomalías como tumores, quistes y otras patologías.

Resonancia magnética

La resonancia magnética (IRM) es una herramienta de diagnóstico no invasiva que utiliza señales de radio y un imán para formar imágenes computarizadas del cerebro y de los ventrículos.

Pruebas neuropsicológicas

Las pruebas neuropsicológicas son el método más preciso para identificar las fortalezas y problemas cognitivos de una persona. Las pruebas incluyen responder preguntas, realizar tareas y seguir instrucciones.

Punción lumbar o punción vertebral

En este procedimiento, el equipo de atención de la salud remueve el líquido cefalorraquídeo y comprueba que se produzca una mejora en los síntomas relacionados con la hidrocefalia normotensiva.

Drenaje lumbar externo

Esta técnica es una opción si una persona no responde a una punción lumbar simple. El procedimiento requiere una hospitalización de entre 3 y 5 días para que el líquido cefalorraquídeo se pueda drenar y los síntomas de la persona se puedan evaluar de manera regular.

Resistencia de salida del líquido cefalorraquídeo

Esto determina la capacidad del cuerpo para absorber el exceso de líquido cefalorraquídeo. La prueba incluye una punción lumbar y una infusión de líquido cefalorraquídeo artificial.

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